COORDINACIÓN VISO-MOTORA, PIEDRA ANGULAR PARA EL PROCESO DE ESCRITURA Y MOVIMIENTOS GRÁFICOS

La mayor parte del conocimiento se adquiere a través de la función viso-motora, por ello cualquier alteración de su desarrollo produce deficiencias cognoscitivas que incrementan las probabilidades de dificultades de aprendizaje; de allí que muchos autores coincidan en que el desarrollo de las habilidades viso-motoras son fundamentales para la formación de conceptos y del pensamiento abstracto y para los aprendizajes escolares.

La coordinación viso-motriz implica actividades de movimientos controlados, es decir que requieren de mucha precisión, donde se utilizan los procesos óculo manual en forma simultánea (ojo, mano, dedos), como por ejemplo acciones de lanzar y atrapar un objeto, cortar, pintar, agarrar, pegar, rasgar papeles, etc. Al realizar estas tareas se está ejercitando el proceso óculo motriz que luego servirá para empezar con el proceso de la escritura de letras y números.

Generalmente, los niños con dificultades de coordinación viso-motriz presentan dificultades en el aprendizaje de la escritura, de tal manera que se les dificulta realizar los movimientos gráficos que le van a permitir la legibilidad en el escrito, teniendo como resultado complicaciones para construir palabras y oraciones.